LA ADICCIÓN: EL MUNDO AL REVÉS

por Psicologo Carlos Cavasin

        Las transformaciones causadas por la globalización han determinado cambios críticos en la población y en la familia, antes célula básica de la sociedad y en la actualidad desplazada por el individualismo materialista. La vida del joven se ha convertido en algo deshumanizado, dominada por la informática y el consumismo impuesto por el mercado. 

         En el mundo contemporáneo, la familia ha sido privada de autoridad, de rol educador y de ser fuente de amor, valores de vida y sentimientos superiores. Este contexto de vacío ha sido propicio para el surgimiento de soluciones mágicas ante la frustración de lo cotidiano: las drogas clásicas, los videojuegos, las redes sociales, la ludopatía e informática cada vez atrapan más a nuestra juventud. 

         Se ha pasado de una patología que afectaba a varones adultos a otra que capta cada vez más usuarias mujeres; adolescentes y niños. 

         Aumenta el caos familiar y en su interior se incuban distintas adicciones. El impacto ruinoso sobre la familia obliga a inculcar estilos de vida saludables y una cultura de valores, cuanto antes. 

         Es imperioso mejorar la calidad de los tratamientos de las personas afectadas por esta enfermedad de la voluntad, tratamientos que creyendo saber manejar la adicción lo único que hacen es exponer a los pacientes al síndrome de la “puerta giratoria”, a la creencia de la incurabilidad, a la desesperanza familiar.

         Las adicciones hoy son un tema de un mercado que se amplía, la corrupción ha avanzado en permisividad. El consentimiento de sus actividades ilegales en los diferentes niveles ha permitido operar con impunidad, e incluso impulsar la legalización de drogas. 

         No existe un tratamiento único que sea apropiado para todos los individuos, son más efectivos cuando no sólo se centran en el uso de drogas sino también consideran los rasgos de personalidad.

         El primer tratamiento que se brinde a un adicto debería contemplar de 3 a 6 meses mínimo para la fase de internación, este es un factor crítico. Las terapias conductuales y la farmacoterapia son esenciales para la efectividad de un tratamiento. 

         Las personas que presentan, además, otro trastorno mental tienen que recibir tratamiento para ambas patologías. 

         La desintoxicación controlada (4 o 5 días iniciales) es la primera etapa del tratamiento y por sí sola no es suficiente para cambiar el abuso prolongado de drogas. 

         La recuperación de la adicción a las drogas es un proceso a largo plazo y requiere de múltiples intervenciones, debe atenderse la conducta adictiva y el entorno familiar, al mismo tiempo.

         Permanecer en un programa terapéutico por un período de 3 a 5 años, puede asegurar la curación de la adicción. La psicoterapia individual y familiar durante ese período es un componente imprescindible para alcanzar el éxito. La recaída es común y no debe ser causa de deserción del tratamiento. Esta posibilidad es parte del proceso de tratamiento.

 

                                                                                                                                    Psic. Carlos Cavasin